Curiosamente, las personas tenemos una tendéncia contrastada a cantar más en la ducha que en otros lugares de la casa. Ya es hora de que alguien os diga porqué.Todos cantamos en la ducha. Es un momento de desconexión fantástico: un baño de agua a tu gusto, el agua con la presión justa, evasión del estrés... Todas las condiciones son favorables para empezar a entonar una melodía.
Además, puede ser que os hayais fijado, las paredes duras y lisas del baño, hacen que la habitación se convierta en una auténtica caja de resonancia. Las ondas sonoras impactan contra las paredes y hacen que nuestra voz gane poténcia. La física del baño también hace que haya una pequeña reverberación y las notas se mantengan más tiempo en el aire desprués de emitir cada nota.
Pero si todo esto no fuese suficiente, las notas graves suenan más y se aguanten más tiempo en suspensión que las agudas. Todo junto hace que las melodias que cantamos mientras nos duchaos suenan com si hubueran estado grabadas en un estudio de grabación.
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